
Aquel que vive de la Historia , vive, pero vive
mal. Algunos se han manifestado ayer en la Puerta del sol exhibiendo cadáveres de fusilados
encontrados en el monte de La
Andaya en Burgos, ante la sorpresa de turistas –a quienes le
parece un horror- o de trabajadores que a la sazón les parece el opio que
distrae a la peña de otros grandes males. Este tema ha recobrado –porque ya existía antes- una
nueva dimensión ahora entre gentes, asociaciones, políticos y demás personas y
personajes que se unen a esta lucha. ¿cuál? La de la búsqueda de sus
antepasados de una guerra que ya se perdió, de una guerra que perdimos. No digo
nada, solo que se perdió. No digo nada solo que el tiempo ya ha pasado y que me
gusta mirar hacia adelante no sin mirar hacia atrás de vez en cuando, con un
nudo en la garganta, con nostalgia, con tristeza, con pena, pero con respeto. Yo
soy una buena perdedora y en el perder he encontrado mucha sabiduría que no el
recurso del pataleo, claro. Yo no quiero que de mi historia, de la mia personal
y de la de tantos otros españoles que salieron del pais, -muchos de ellos por
culpa de los políticos republicanos- sea manipulada, utilizada y usada como
mercancia cultural ahora que es un tiempo en el que van muy bien esos temas. Yo
no digo que no haya que explicar qué pasó y con ello respeto las versiones que
cada quién y cada quisque quiera dar, yo también tengo la mia, claro, tan
respetable como las otras, no, lo que digo es que esto no es una feria. Las
personas no somos ganado. Es posible que con el tiempo y si alguien me convence
cambie de opinión. La persona está para evolucionar y tampoco hay que estar a
piñón fijo con una idea, pero lo que es por ahora, creo que no me apean del
burro.
En mi familia como en la de
tantos otros existieron de los dos lados, unos conscientemente y otros
probablemente sin saberlo. Como sea, unos se quedaron, se adaptaron e
intentaron ser felices –como en los cuentos- y otros se marcharon cambiaron su
identidad y no les volvimos a ver. Uno de mis abuelos fue uno de los que escapó
a Francia, agobiado por los de su partido, abandonado por los de sus mismos
ideales y por lo tanto desaparecido. Combatió en la resistencia, solo se eso. Probablemente
si me dieran una subvención para encontrarle aquí en estas tierras
desagradecidas con los combatientes españoles, pues no voy a negar que no la
despreciaría, pero, luego está la otra parte, y es que yo prefiero contárme las
cosas así, pasearme por los bosques franceses pensando que en alguno de ellos
estará mi abuelo, o quizás esté en las cenizas de Dachau o de Manhautsen...no
lo sé. No podemos castigar a los demás por algo que aunque para nosotros sea un
crimen para los verdugos no lo es, nadie cree que ha hecho mal, nadie cree que
obra mal, todo el mundo tiene su razón para actuar de una manera o de otra. La
vida, las circunstancias son de una manera y cuando uno quiere que hayan sido
de otra –y hablo en pasado- no se puede o no se debe buscar culpables, porque
ya no lo arregla. Lo que sí lo arregla es lo que puedo hacer o construir hoy o
mañana pero no el ayer, ni la
Historia , de esa, solo me queda aprender y ser más
inteligente, y actuar mas inteligente. Mucho menos politizar y pretender vivir
de ello, eso ya me parece criminal. Y hay personas que viven de la Historia y ayer sin ir
mas lejos hablando con una colega francesa profesora de filosofía por poco meto
la pata porque la quise matar. Me trató como los algunos franceses
históricamente han tratado a los españoles, es decir, neciamente, con
suficiencia, como si fuéramos...qué se yo, salvajes, con el respeto por el
forro, atacándome...y diciendo cosas
históricamente preconcebidas. De igual manera –todo hay que decirlo- los
españoles tratan así de mal a otras personas latinas o de Marruecos, por poner
un ejemplo. Como digo, obedeció a lo que la Historia le había contado, y claro, la realidad
le dijo otra cosa bien distinta y se descolocó por completo y mucho. Nos
observamos. Yo que soy pacifista por naturaleza
-aunque hubiera querido matarla- dejé que las cosas cayeran por su
propio peso. Al final creo que se fue a su casa con otra opinión de los
españoles y con algo para reflexionar. Fue una víctima de la Historia , y yo, aunque
tengo muchas razones, no quiero ser eso, ni ir castigando a diestro y siniestro.
Quiero descubrir y abrir ventanas aunque con el aire fresco entren también
pequeños virus.
Seguiré en otro rato.
Voilà el link de El País
http://elpais.com/elpais/2010/09/02/actualidad/1283415432_850215.html
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