“No seas extremista” hemos escuchado en muchas ocasiones
de la parte de alguien que en absoluto es extremista, ni apasionado, ni
probablemente esté vivo. Hay personas que son, diríamos, templadas y no
entienden a otras que defienden a ultranza cualquier cosa, con pasión y
fanatismo. Pero, si no se tiene pasión y fanatismo no se puede “ser algo” ni defendar nada, dicho de otro modo cuando
tenemos una pasión o una profesión debemos defender o amarla con todas nuestra
fuerzas, luchando y trabajando con toda nuestra alma. ¿Por qué? ¿Acaso nos dará
dinero? Eso es una cuestión que debería de estar en un lugar posterior, no es
pregunta que se deba de hacer uno en una primera instancia. El fanático, el
amante de una profesión no se lo cuestiona, “si además me pagan, mejor”, -dirá
en su fuero interno. El apasionado lo es con independencia del mundo
materialista, es decir, es un romántico. No hay muchos, pero hay. Ya sé que
esta no es la filosofía económica que se ha impuesto hoy en nuestras
sociedades, por esa misma razón, no hay hoy prácticamente nadie que destaque de
forma sorprendente y por si misma, se destaca por apoyo publicitario, nada más.
El altruismo que debe ser hermano del amor a una profesión, se ha desterrado y
las gentes estudian una u otra profesión en función de lo que les pueda dar económicamente, sin tener en cuenta que luego pasas toda tu vida
en algo que si no te gusta puede ser una tragedia terrible. Triste elección y
peor forma de pensar. Comercio humano extremadamente degradante. Los que adoran
una profesión, aquellos que tienen pasión por algo y que han empezado desde
pequeños, pondré el ejemplo de los sacrificados músicos o bailarines que tienen
que empezar obligatoriamente en su tierna infancia, su vida es diferente de las
de los demás. Es de suponer que en algún momento de su vida habrán pensado en
una recompensa económica pero no con mucha frecuencia, seguro que no, aunque
habrá quien piense que sí. Por encima de todo está “el hacer” la honestidad, el
acto divino de ejecutar aquello que nos gusta y en ese anhelo la persona
encuentra la dicha, aunque la mayoría de las veces estar ahí en esa determinada
profesión nos de mucho sufrimiento y soledad. La soledad es muy necesaria para
la consecución de algo grande. Sin soledad es imposible que la persona se
encuentre con el ser humano que lleva en su interior y los talentos que tiene
dentro, todo ser humano los tiene. La sociedad en la que vivimos precisamente
lo que hace es esconder todo eso para que la persona no se encuentre a si
misma, no sepa nunca lo que quiere porque no ha tenido el tiempo de sentirse
solo, claro, disfrazado todo de una mentira social, cree que tiene un mundo,
cree que está acompañado pero no lo está, tiene un mundo falso y cree que no
tiene soledad. Como la ha rechazado no se encuentra a si mismo y la soledad es
necesaria para conocerse y encauzar su vida. Bien, pues como digo, hay ciertas
profesiones que se tienen que realizar obligatoriamente solos, esto es un
virtuoso de un instrumento, un bailarín, un lector...un estudioso...cualquier
cosa que se hace en la soledad nos da mucho a cambio, nos da sobre todo mucha
seguridad y a ojos de los demás, somos peligrosos, muy peligrosos. No hay nada
peor que alguien que se encierra solo a hacer algo que los demás no son capaces
de hacer. El resultado es que los otros, esos mediocres a quienes les da miedo
“ese que se encierra a trabajar solo” intuyen que algún día “ese ser” será
superior a ellos porque sabrá hacer cosas que los demás no. Ahí viene la
recompensa económica, ese es el momento en que se paga a alguien porque sabe
hacer algo mejor que los otros, pero lo sabe hacer porque ha pasado tiempo,
mucho tiempo intentándo hacerlo perfecto, trabajando mucho mientras que los otros
no, los otros han preferido probablemente la vida social o el dolce farniente. Cuando se tiene una
pasión, como todo en la vida se debe de llevar al extremo, en política, en
ideología, en amor, en la profesión, en las pasiones, en los vicios...los
poquitos...¿por qué beber un poco? Porque hay que ser comedido en la vida. Es
una opción desde luego. Los hay que si beben, beben, si fuman, fuman. Hay quien
es capaz de fumar dos cigarros por día...es una postura. Las pasiones como los
vicios se deberían de llevar al extremo, pero esto no se debe imponer, son solo
opciones de vida, de entrega, de darse. Creo yo que lo de tomar una copita de
vino es algo tonto, yo no bebo alcohol pero si se terciase por alguna razón,
creo que caerían veinte botellas de lo que fuera. Lo de ser templado, no lo
entiendo, pero no hago apología de nada, son formas y como tales, distintas. La
vida es compromiso a lo bestia, para eso se vive, para tomar partido
continuamente por las cosas, aunque salga mal. En las cuestiones artísticas, la
mayor batalla que hay que superar es el fracaso enorme que nos proporciona la
relación con los otros, la incomprensión social con nuestro quehacer. Qué nos
hace suponer que vamos a ser comprendidos cuando hemos pasado miles de horas
para poder tocar determinado pasaje o para poder escribir esa página con esas
ideas, ¿de dónde salen esas ideas? ¿Cuál es la respuesta a esa comunicación que
se supone que es la respuesta del público o la de un lector? Casi siempre es
trágica y con ello la relación del artista con su entorno, doblemente trágica.
Es lógico. Todo esto es solo una imagen de lo que significa el compromiso con la vida, con el arte,
con la amistad, con la libertad...con la vida. O lo hacemos o no no lo hacemos,
o vamos a por todas o nos quedamos en la mediocridad del que nunca arriesga o
del que culpa al que tiene a su lado para salir vencedor.
Todas estas opciones sobre nuestro quehacer son
respetables, el que quiere trabajar, el que no quiere, el que ha encontrado su
pasión ayudada por un talento natural, el que ha conseguido algo por trabajo
pero sin talento, el que lo consigue por talento pero sin trabajo, el que
quiere trabajar pero poquito, el que quiere llegar muy lejos...todas las
opciones del ser humano y sus elecciones son respetables, y ese es el punto de
no retorno, todas las elecciones son eminentes. Yo prefiero el compromiso aunque haya perdido en la
vida muchas cosas a ojos del mundo. ¿Para qué vive la gente? Yo vivo con pasión
y compromiso todo lo que puedo. Hay dos puntos importantes que se derivan de
este planteamiento sencillo de las opciones del hombre en su vida y el sentido
de estar en la tierra. Una de ellas se relaciona con el sentido que se da Hoy a esto materialmente y la otra es la
reacción que tienen los otros como fruto de tal
conflicto establecido. Claramente ¿por qué una persona que no quiere
pasar desde los 4 años toda su vida, por ejemplo, cinco horas cada día tocando
un violín tiene envidia del que sí lo hace? El tiempo pasa y se convierte en
alguien muy especial por lo que tiene de trabajo personal, con una vida
completa no hablo de fama, esto hoy en día no dependerá de él, ni de dinero,
que tampoco dependerá de él, hablo de
orgullo y satisfacción de haber llegado a la excelencia de si mismo, con
independencia de lo que opinen los demás y sabiendo que a la otra vida se lleva
un conocimiento que nadie le podrá arrebatar. ¿Por qué existen esas personas
que tienen siempre envidia y que no
quieren reconocer a los que han trabajado más
y que además tienen un talento especial para esta u otra cosa? Por qué
si alguien tiene esas cualidades magníficas para la danza que es capaz de volar
por las aires habrá alguien capaz de desacreditarle por pura envidia? De otro
lado, si tenemos a alguien que nos impide nuestro desarrollo, por qué no sacar
fuerzas y cambiar nuestra vida, lo que nos llevamos al otro mundo, es lo que
únicamente nosotros haremos por nosotros, no lo que haga el de al lado,
probablemente lo que hagamos nosotros por los demás y por uno mismo. Si alguien
nos impide esto es que no estamos en absoluto en el buen camino, y no importa
la edad para que esto sea transformado de forma radical. No importa la edad
para ponerse a trabajar por aquello que nos apasiona, nunca, nunca es tarde
para luchar por lo que consideramos que es el centro de nuestra vida, nuestra
razón de ser. Por eso mismo, una profesión, una pasión es lo que hace a la
persona y probablemente marcará el acontecer de su vida, porque según lo que
haga, según haya escuchado su talento, sus fuerzas y su voluntad de acción y de
trabajo, así será su vida, así serán los elementos de su vida. Poco importa lo
que se haga mientras sea con pasión y amor.
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