
Resumiendo o enlazando otros
textos que ya he subido en esta página, relacionamos esos conceptos (cortoplacismo, tradición religiosa, hipocresía) y damos
forma a otro nuevo. ¿Qué significa ser un verdadero discípulo de Cristo? ¿Qué
cosas debe evitar el hombre y qué debe hacer si es que verdaderamente va a
seguir al Hijo de Dios? Jesucristo advierte a sus discípulos para que estén
alertas ante el pecado de la hipocresía. También notamos que El requiere que los
fieles elijan entre dos alternativas: el reino de dios o el mundo. Solamente
prestando atención a las amonestaciones del salvador podemos responder
verdaderamente al llamamiento que El dio con las palabras de: Ven y sígueme.
Los verdaderos discípulos de Jesucristo están comprometidos por convenio con
las normas que El ha revelado, pero enfrentan muchos obstáculos de parte del
mundo temporal. Al considerar algunas de las barreras que se anteponen a la vida
espiritual, tal vez se pueda meditar con mayor profundidad los sentimientos de
Jesucristo en cuanto a estos aspectos. Quien se reconoce discípulo de Cristo
tiene que asumir una ligadura a su ideología. Hoy comento este breve pero
significativo pasaje.
Jesucristo advirtió a sus
discípulos claramente que se cuidase de la levadura de los fariseos. ¿Qué quiso
decir con eso? Cuando Él usó estas palabras, sus discípulos dedujeron que se
trataba de una simple referencia al pan, una posible reprimenda porque habían
olvidado traer alimento para el almuerzo. De acuerdo a Lucas, ¿qué tenía Jesús
en la mente? La hipocresía –ya hemos dicho- se define como la pretensión de
hacer o creer algo mientras que, de hecho, se practica algo diferente. (Se
puede comparar con la declaración de Pablo concerniente a la levadura 1
Corintios 5:7) Jesús insistió en que nos librásemos de la vieja levadura. Estos
ejemplos sirven para ilustrar el contagio de la maldad. En el ejemplo de la
mujer que leuda la masa en la forma acostumbrada para hacer el pan, la levadura
simboliza el extenso, penetrante y vital efecto de la verdad. Propiamente se
puede usar la misma cosa en diversos aspectos para representar lo bueno en un
caso y lo malo en otro.
El verdadero discípulo tiene fe
en el Señor y en su vigilante providencia. El sabe que ni aun un cabello de su cabeza cae al suelo sin
ser notado. Los poderes del hombre –es obvio- que son limitados y finitos.
Jesucristo (vrg: la mujer hallada
en adulterio) rehusaba intervenir en asuntos que tenían que ver con la
administración legal. En cambió sí que advertía de ciertas normas como por
ejemplo: “mirad, guardaos de toda avaricia”. Dijo que la vida del hombre (Lucas
12:15) consiste en algo más que la cantidad de bienes que posee. Para ilustrar
este punto contó la historia de “cierto hombre rico” cuya tierra producía tan
abundantemente que no tenía ya donde almacenar sus bienes. El hombre decidió
echar abajo sus viejos graneros para edificar nuevos. Su riqueza creció hasta
que al fin él pensó Lucas 12:19: Alma, muchos bienes tienes guardados para
muchos años, repósate, come, bebe, regocíjate” (cortoplacismo de nuevo) pero el
hombre había olvidado algo importante: la naturaleza transitoria de su vida.
Esa misma noche murió. ¿Y qué pasó con sus posesiones?
Sus planes para almacenar
debidamente sus cosechas y bienes no eran malos en sí, aunque pudo haber
considerado mejores maneras de distribuir su hacienda socorriendo a los
necesitados. Fueron dos sus pecados: en primer lugar, veía su gran abundancia
principalmente como el medio de lograr su comodidad personal y satisfacciones
sensorias; en segundo, engreído con su prosperidad material no sólo había hecho
caso omiso de reconocer la mano de Dios, sino que aun contaba los años como
propios. En el momento de su holganza egoísta fue herido. No se nos informa si
la voz de Dios le llegó en forma de un temible presentimiento de su muerte
inminente, o si fue por conducto de un mensajero angélico o de alguna otra
manera; como quiera que sea, la voz decretó su destino:: necio, esta noche
vienen a pedirte tu alma. ¿Es posible compaginar que un hombre llegue a ser
rico y pueda a su vez mantener unas normas elevadas de espiritualidad y
generosidad? Generalmente dependerá de cómo ese hombre ha adquirido esa
riqueza, creo yo. Ser rico, nacer rico o hacerse de repente.
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