Leer
e interpretar a Galdós siempre es acercarse a uno de los principales escritores
en lengua española de todos los tiempos. Siempre un reto y un nuevo descubrimiento,
un nuevo sentido. Junto a Cervantes, Galdós es uno de los autores que ha sido
estudiado con mayor profundidad, dando lugar a estudios de primer nivel que
superan el paso de los años y se convierten en clásicos de la crítica. La
bibliografía sobre el autor canario en monográficos, artículos, ediciones,
tesis doctorales y otros documentos es verdaderamente extensa y valiosa. Como
autor creó un universo propio, un mundo fantástico que ha tenido su reflejo en
la crítica especializada.
Dentro
de los especialistas galdosianos, el nombre de Rosa Amor ocupa un puesto
absolutamente relevante. Leyó su Tesis doctoral sobre teatro galdosiano en 2003
en la UAM, ha publicado diversas ediciones de la obra galdosiana, capitanea un
importante proyecto de traducción respaldado por el Ministerio de Cultura
español, y es fundadora y directora de la revista especializada y monográfica Isidora: revista de estudios galdosianos,
que se publica desde 2003 de manera semestral. Por tanto, una importantísima
parte de su labor investigadora se ha centrado hasta el momento en la obra
galdosiana, pasión que le ha acompañado a lo largo de los años y que hacen de
ella una especialista de máximo prestigio y reconocimiento a nivel
internacional.
El
texto que nos ocupa es ya desde su clasificación, desde su adscripción a un
género, verdaderamente original. El libro al que nos acercarmos posee rasgos de
novela dialogada, biografía, al igual que,
en ciertos fragmentos, de ensayo. Su sentido es darnos a conocer a un
Galdós personalísimo, a un Galdós que además de escritor es amante, amigo,
vecino, ciudadano, y otras tantas facetas. En definitiva, persona con luces y sombras, complejo, pleno y variable, y no solo
escritor. Ese considero que es el sentido de Galdós. Diálogos biográficos. Este sentido de acercamiento al lado
más humano y cotidiano del escritor hace de esta biografía apócrifa un texto de
gran valor para quienes quieran leer a Galdós con otra mirada, mucho menos
frecuente y considerablemente arriesgada.
Escribo
correctamente: leer a Galdós, puesto que parte de esta novela dialogada ha
bebido de los textos del propio Galdós. Rosa Amor ha elegido con gran acierto fragmentos clave
de los textos del autor y los ha sabido engarzar a la perfección con su propia
escritura, con una gran inteligencia filológica y una inmensa sensibilidad
literaria. Esta labor resulta muy compleja, entraña grandes riesgos y no se
encuentra al alcance de alguien que no conozca con gran hondura a Galdós.
Únicamente alguien que haya dedicado tantas horas a Galdós como es el caso de
Rosa Amor, podría haber conseguido este resultado. Por eso, podemos considerar
que nos encontramos ante un libro único.
Gracias
a este trabajo, el lector se sumerge en un mundo histórico y ficcional
simultáneamente. Esto le permite comprender cómo era la personalidad galdosiana
y cómo era el momento histórico y literario coetáneo al autor. En estos
diálogos Galdós entabla distintos tipos de conversación, desde las más
enjundiosas a las más cotidianas, con personajes tan relevantes como: Emilia
Pardo Bazán, Menéndez Pelayo, María Guerrero, Teodosia Gandarias, Azorín, Pío
Baroja, Sofía Casanova o Tolosa Latour, entre otros.
En
relación a la lectura del libro, de cara al lector la novela es realmente amena
y placentera, algo que también es de agradecer. A través de una lectura
didáctica, con la que se puede aprender muchísimo y acceder a una importante
cantidad de información histórica y literaria el lector puede entretenerse y
deleitarse. Esta peculiaridad tampoco es habitual en obras de semejante
temática, por lo que a lo ya indicado, sumaríamos otro mérito no menos
destacable.
Por
todo lo anteriormente expuesto, Galdós. Diálogos biográficos es una obra de
lectura muy recomendable para todos los amantes de Galdós y de la literatura de
calidad. Rosa Amor comparte con nosotros de manera brillante su conocimiento
sobre Galdós y el siglo XIX, así como su buen hacer poético, facetas no siempre
fáciles de emparejar.
Laura Arroyo Martínez
Doctora en Literatura Española por la Universidad Complutense de Madrid.
Profesora Universitaria
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